Porque sé que me buscas en brújulas perdidas
y tus ansias se hielan buscando amaneceres,
mis noches fueron tuyas, fueron tibios los placeres.
No me busques en lugares escondidos, ni en rastrojos
donde el viento regresa arrepentido,
ni en silencios ni en olvidos,
no me busques en pasillos largos ni en rojos de sangre
mirando hacia la nada.
Búscame en las notas bellas de una canción que compartimos
así no habrá silencios, solo ruidos.
Y entonces los arpegios retumbarán tu alma
notándome presente, sin haberme ido.
Ya no hacen falta las velas ni el fuego ni las llamas
para buscarme en oscuros rincones donde tu voz no llega,
búscame en el fondo de tu alma y así verás brillar muchas estrellas.
Ya no hace falta que tu voz se calle ahogando las palabras
buscándome en desiertos o en los mares
no creas que tu voz no me alcanza o que te sientes muda
tu voz está en mi alma como una canción que siempre arrulla.
Tú sabes donde estoy ¿por qué me buscas?
si soy parte de ti y de tu cielo
soy parte de tu alma, de tu piel y tu consuelo.
Búscame en tus labios desesperadamente en tu voz en tu sonrisa
y en esa canción que con arpegios muy suavemente nos la trae la brisa.
Así que no habrá lágrimas, ni ausencias, ni rojos violentos
porque cambiaste la pintura,
porque cerré mis ojos para imaginar los tuyos
abiertos al mundo que nos mira,
y miraré en los tus tuyos, el alma y el paisaje
que el mundo te dejó para mis ojos.
Gerardo Omaña
1 comentario:
Tú sabes donde estoy ¿por qué me buscas?
si soy parte de ti y de tu cielo
soy parte de tu alma, de tu piel y tu consuelo.
Hermoso poema.
Un placer leerte y saludarte
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