Qué pocas letras se necesitan para escribirlo y cuantos millones de palabras se llevan escritos para intentar describir las sensaciones que provoca y los sentimientos que desencadena.
Qué poco sentido tendría la vida si jamás lo conociéramos, si no tembláramos de emoción cuando lo sentimos, si no nos sintiéramos morir cuando lo perdemos, si no volviéramos a la vida cuando lo recuperamos, si no fuéramos marionetas en sus manos.... Qué estéril resultaría vivir sin probar las mieles de su nombre.
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