Cuando todos los astros se apaguen en el cielo, cuando todos los pájaros paralicen el vuelo cansados de esperarte, ese día lejano yo te estaré esperando todavía.
José Angel Buesa

sábado, 5 de junio de 2010

Una extraña certeza


Durante muchos años, a menudo
me he acordado de ti, o de tu imagen
para ser más exacto, pues de aquello
que amamos una vez sólo nos queda
(al igual que de un libro) una muy vaga
impresión general y alguna anécdota.
Y a menudo también me he preguntado,
buscando entre la niebla del recuerdo
no sé si una respuesta, qué dejaste
en mí que sea mío todavía
y si no fue el amor, mi amor por ti
y no tú misma, aquello que aún me importa
y lo que busco aún al recordarte.
Si arde nuestra vida, ¿somos llama
o aquello que se quema y es ceniza?
En esa desmesura que es el tiempo
encuentran su razón amor y olvido
pero no su medida. Al recordarte
lo comprendo tan bien, que importa poco
saber o no saber, sino tan sólo
sentir que fuiste parte de mí mismo
que dentro de mí estás, como mis sueños
que son y no son yo, pero en mí nacen
que ya nunca de mí podrás borrarte
y que, quiera o no quiera yo el olvido
has de seguir viviendo con mi vida.
Qué extraña sensación esa certeza.

Abelardo Linares

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