Cuando todos los astros se apaguen en el cielo, cuando todos los pájaros paralicen el vuelo cansados de esperarte, ese día lejano yo te estaré esperando todavía.
José Angel Buesa

viernes, 30 de octubre de 2009

Estar enamorado...


Estar enamorado, amigos, es encontrar
el nombre justo a la vida.
Es dar al fin con las palabras que para hacer
frente a la muerte se precisa.
Es recobrar la llave oculta que abre la cárcel
en que el alma está cautiva.
Es levantarse de la tierra con una fuerza que
reclama desde arriba.
Es respirar el ancho viento que por encima de
la carne respira.
Es contemplar, desde la cumbre de la persona,
la razón de las heridas.
Es advertir en unos ojos una mirada verdadera
que nos mira.
Es escuchar en una boca la propia voz
profundamente repetida.
Es sorprender en unas manos ese calor de la
perfecta compañía.
Es sospechar que, para siempre, la soledad
de nuestra sombra está vencida.
Estar enamorado amigos, es descubrir dónde
se juntan cuerpo y alma.
Es percibir en el desierto la cristalina voz de
un río que nos llama.
Es ver el mar desde la torre donde ha quedado
prisionera nuestra infancia.
Es apoyar los ojos tristes en un paisaje de
cigüeñas y campanas.
Es ocupar un territorio donde conviven los
perfumes y las armas.
Es dar la ley a cada rosa y al mismo tiempo
recibirla de su espada.
Es confundir el sentimiento con una hoguera
que del pecho se levanta.
Es gobernar la luz del fuego y al mismo tiempo
ser esclavo de la llama.
Es entender la pensativa conversación del
corazón y la distancia.
Es encontrar el derrotero que lleva al reino de
la música sin tasa.
Estar enamorado, amigos, es adueñarse de
las noches y los días.
Es olvidar entre los dedos emocionados la
cabeza distraída.
Es recordar a Garcilazo cuando se siente la
canción de una herrería.
Es ir leyendo lo que escriben en el espacio las
primeras golondrinas.
Es ver la estrella de la tarde por la ventana de
una casa campesina.
Es contemplar un tren que pasa por la montaña
con las luces encendidas.
Es comprender perfectamente que no hay
fronteras entre el sueño y la vigilia.
Es ignorar en qué consiste la diferencia entre
la pena y la alegría.
Es escuchar a medianoche la vagabunda
confesión de la llovizna.
Es divisar en las tinieblas del corazón una
pequeña lucecita.
Estar enamorado, amigos, es padecer espacio
y tiempo con dulzura.
Es despertarse una mañana con el secreto de
las flores y las frutas.
Es libertarse de sí mismo y estar unido con
las otras criaturas.
Es no saber si son ajenas o son propias las
lejanas amarguras.
Es remontar hasta la fuente las aguas turbias
del torrente de la angustia.
Es compartir la luz del mundo y al mismo
tiempo compartir su noche obscura.
Es asombrarse y alegrarse de que la luna
todavía sea luna.
Es comprobar en cuerpo y alma que la tarea
de ser hombre es menos dura.
Es empezar a decir siempre, y en adelante no
volver a decir nunca.
Y es, además, amigos míos, estar seguro de
tener las manos puras.


Francisco L Bernádez

martes, 27 de octubre de 2009

Soneto XVII - Pablo Neruda


No te amo como si fueras rosa de sal, topacio o
flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.
Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.
Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,
sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.
Pablo Neruda

domingo, 25 de octubre de 2009

Rio a bajo

Río abajo buscando el mar
parando en Sanlucar de madrugá,
río abajo va una botella
con un mensaje "pa" quien lo quiera.

En la curva de mi cintura
se duermen mis sueños junto a la luna,
cada noche que tu me quieras
saldrán de mi vida todas las penas.

Dejándose llevar, dejándose llevar,
como mi corazón cuando te va a buscar.
Dejándose llevae, dejándose llevar,
como mi corazón cuando te va a buscar.

Río abajo va una botella
con un mensaje "pa" quien lo quiera.
Bajo el cielo bordado de estrellas
las olas la mecen como una vela.

En las ondas de mi melena
cada mañana tu amor navega,
siempre al ritmo de la marea
mi cuerpo se mece "pa" que lo veas.
Pasion Vega

miércoles, 21 de octubre de 2009

Poema Del Amor Ajeno.


Puedes irte y no importa, pues te quedas conmigo
como queda un perfume donde había una flor.
Tú sabes que te quiero, pero no te lo digo;
y yo se que eres mía, sin ser mío tu amor.


La vida nos acerca y la vez nos separa,
como el día y la noche en el amanecer...
Mi corazón sediento ansía tu agua clara,
pero es un agua ajena que no debo beber...


Por eso puedes irte, porque, aunque no te sigo,
nunca te vas del todo, como una cicatriz;
y mi alma es como un surco cuando se corta el trigo,
pues al perder la espiga retiene la raíz.


Tú amor es como un río, que parece más hondo,
inexplicablemente, cuando el agua se va.
Y yo estoy en la orilla, pero mirando al fondo,
pues tu amor y la muerte tienen un más allá.


Para un deseo así, toda la vida es poca;
toda la vida es poca para un ensueño así...
Pensando en ti, esta noche, yo besaré otra boca;
y tú estarás con otro... ¡pero pensando en mí!


JOSÉ ANGEL BUESA

jueves, 15 de octubre de 2009

LUNA


Luna tú,
cuantos son los cantos que escuchaste ya
cuantas las palabras dichas para ti
que han surcado el cielo solo por gozar
una noche el puerto de tu soledad.

Los amantes se refugian en tu luz
sumas los suspiros desde tu balcón
y enredas los hilos de nuestra pasión
luna que me miras ahora escúchame.

Luna,
tú sabes el secreto de la eternidad
y el misterio que hay detrás de la verdad
guíame que a ti mi corazón te oye
me siento perdido y no sé...

No sé que hay amores
que destruyen corazones
como un fuego que todo lo puede abrazar.

Luna tú,
alumbrando el cielo y su inmensidad
en tu cara oculta qué misterio habrá
todos escondemos siempre algún perfil.

Somos corazones bajo el temporal
ángeles de barro que deshace el mar
sueños que el otoño desvanecerá
hijos de esta tierra envuelta por tu luz
hijos que en la noche vuelven a dudar. L

sábado, 10 de octubre de 2009

Oleo de una mujer con sombrero..


Una mujer se ha perdido
conocer el delirio y el polvo,
se ha perdido esta bella locura,
su breve cintura debajo de mí...
Se ha perdido mi forma de amar,
se ha perdido mi huella en su mar...

Veo una luz que vacila
y promete dejarnos a oscuras.
Veo un perro ladrando a la luna
con otra figura que recuerda a mí.
Veo más: veo que no me halló...
Veo más: veo que se perdió...

Una mujer innombrable
huye como una gaviota
y yo rápido seco mis botas,
blasfemo una nota y apago el reloj.
Que me tenga cuidado el amor,
que le puedo cantar su canción...

La cobardía es asunto
de los hombres, no de los amantes.
Los amores cobardes no llegan a amores,
ni a historias, se quedan allí...
Ni el recuerdo los puede salvar,
ni el mejor orador conjugar...

Una mujer con sombrero,
como un cuadro del viejo Chagall,
corrompiéndose al centro del miedo
y yo, que no soy bueno, me puse a llorar.
Pero entonces lloraba por mí,
y ahora lloro por verla morir...

Silvio Rodríguez

domingo, 4 de octubre de 2009

Recordando a Mercedes Sosa


Todos quienes admiramos y queremos a Mercedes Sosa sentimos la irreparable pérdida de un verdadero ícono de la cultura latinoamericana. ...



Palabras para Mercedes, por Teresa Parodi

Mercedes, madre cantora
amorosamente amada,
voz que es vertiente sonora
de los sueños que no acaban,
cuando se escribe tu nombre
se siente que todo cambia
porque tu canto nos quema
piel adentro y nos levanta.

Ese país que te digo
que te estalla en la garganta
es un niño entre tus brazos
que se aferra a los que cantas,
tu canto lo arrulla suave,
lo contiene, lo amamanta,
tu canto le pone brillos
inocentes en el alma.

Mercedes, madre cantora
mujer de amorosa entraña
danos tu fe, tu coraje,
no nos dejes sin tu rabia
danos tu risa y tu fuego
y lloranos con tus lágrimas
al pie de tu voz bandera,
al pie de tu voz que sangra
vamos desnudos de olvidos
pero nuevos de esperanza.

Mercedes, salmo en los labios
amorosa madre amada
mujer de América herida
tu canción nos pone alas
y hace que la Patria toda
menudita y desolada
no se muera todavía
no se muera porque cantas.

Teresa Parodi